
La presencia de Jorge Garbajosa en el equipo que dirige Pepu Hernández tiene un gran culpable, que no es otro que el actual presidente de la FEB, el sevillano de adopción José Luis Sáez, que, con su innegable persistencia, ha conseguido lo que hasta hace poco tiempo parecía imposible: convencer a los Raptors de que permitieran jugar al de Torrejón de Ardoz a cambio de un millonario seguro, que les garantiza una importante cantidad de dinero en caso de que su jugador volviese a lesionarse.
Con Garbajosa en sus filas, el combinado nacional parece más temible todavía, a pesar de que, sin su concurso, la vigente campeona del mundo ha saldado de manera inmaculada los ocho partidos de pretemporada, incluidos dos enfrentamientos contra Lituania y otros tantos con la Alemania de Nowitzki. Pero con el madrileño las opciones son aún más grandes.
Pero volviendo al caso Garbajosa, en España se ha puesto el grito en el cielo, porque el club que le paga (Toronto Raptors) quería asegurarse que su jugador estaba completamente recuperado de su reciente lesión de tobillo, que le ha mantenido unos cinco meses alejado de las canchas y, por supuesto, no quería arriesgarse a que volviera a lesionarse vistiendo la camiseta de la selección.
Y digo por supuesto, porque estamos acostumbrados a escuchar cada vez que cualquier futbolista de un conjunto español tiene que marcharse a jugar con su selección la Copa de África o la Copa América, por poner dos ejemplos, mientras que el equipo no tiene más remedio que asumir que puede regresar lesionado.
Por eso, hay que ver las cosas desde todos los puntos de vista para comprender posturas que a simple vista pueden parecernos injustas. Además, en la mente de los directivos de Toronto habrá estado el recuerdo de la lesión de Gasol jugando pecisamente con la selección y no querrán que vuelva a ocurrir. Al menos, si sucede, se habrán asegurado una importante inyección monetaria.
Por fortuna, se ha resuelto de la mejor forma y Garbajosa podrá ayudar a la selección española, actual campeona del mundo, a conquistar su primer Eurobasket.
No me queda más que desear suerte al combinado de Pepu Hernández y confiar que el público sevillano, aquel jugador 'numero doce' de las grandes gestas futbolísticas, como el memorable 12-1 a Malta, lleve en volandas a la selección española a la segunda fase... y de allí a la victoria.
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