
Al final, el Consejo Mundial de la FIA ha optado por tomar la calle de enmedio y ha tomado una decisión salomónica al mostrarse muy duro con la escudería dirigida por Ron Dennis, a la que retira sus puntos en la presente temporada y le impone una multa de 72 millones dólares, pero no toca a los pilotos, que, por tanto, seguirán luchando por conseguir el título del mundo en las cuatro carreras que restan para terminar el Mundial.
Y califico de salomónica la decisión adoptada por la FIA, que en principio puede parecer muy dura, porque deja sin sanción a Hamilton y Alonso, por lo que, salvo catástrofe, McLaren conseguirá alzarse con el título del Campeonato del Mundo de pilotos, que, a fin de cuentas, es el que aprecia la mayoría de los seguidores de la Fórmula 1. Además, a buen seguro que la FIA reducirá la sanción económica cuando estudie el previsible recurso que presentará la escudería de los 'flechas de plata'. Para redondear la jugada, aprovecha para acabar con la sequía de títulos de Ferrari, que se prolongaba ya dos años, al dejarle en bandeja la clasificación de constructores. Por tanto, casi todos contentos.
Ahora, con Alonso y Hamilton como únicos candidatos al título de pilotos, queda por conocer cómo va a reaccionar la escudería McLaren-Mercedes. Sin opciones a puntuar en el Mundial de constructores, Ron Dennis puede optar por mantener el equilibrio entre ambos pilotos que tantos quebraderos de cabeza le ha dado desde que comenzó el campeonato o decantarse por alguno de ellos.
Llama poderosamente la atención que Fernando Alonso no se haya desplazado a París para estar al lado de su jefe, al contrario de lo que han hecho sus dos compañeros, Hamilton y Pedro Martínez de la Rosa. A Ron Dennis no debe haberle hecho mucha gracia, por lo que habrá que ver cómo se suceden los acontecimientos en el box de la escudería anglo-alemana.
Lo único cierto es que quedan cuatro carreras para finalizar el Mundial y Hamilton aventaja a Alonso en sólo tres puntos. La emoción está asegurada.