
Esta entidad deportiva ha denunciado el cierre de este rocódromo como una muestra más de "la absurda política de cierre de instalaciones y dejación de funciones" llevadas a cabo por la dirección de la citada instalación deportiva como "la clausura de la piscina de 50 metros o el mal estado del gimnasio".
La única explicación que han recibido de los responsables de la instalación es que se trata de un "cierre provisional por reformas" desde hace más de un año, al parecer y según denuncia este grupo de montaña "estas obras jamás han comenzado".
Esta falta de interés municipal por mantener abierta a los aficionados al deporte el rocódromo de San Pablo contrasta con el buen momento que atraviesa esta modalidad deportiva en la provincia hispalense. Este auge se demuestra en que el número de practicantes en Sevilla se ha duplicado en los últimos cinco años y que han abierto numerosas vías de escalada en el Puente del Alamillo "sin ningún apoyo público", a excepción de las ayudas que aporta la Federación Andaluza.
El Grupo de Montaña Arándano quiere resaltar también en su comunicado que el rocódromo de San Pablo se han impartido numerosos cursos de iniciación, era sede permanente de una escuela de escalada y que era lugar de entrenamiento de los mejores montañeros de Sevilla como Iván Jara, único sevillano en alcanzar la cumbre del Everest, o Catalina Quesada, tercera mujer española en número de cumbres superiores a 8.000 metros.
Consulta el comunicado íntegro del Grupo de Montaña Arándano
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