La selección española de voleibol ha tomado el relevo de la de baloncesto como campeona de Europa y ha entrado en la historia al conseguir el primer título continental de la historia del voley nacional tras derrotar en la muerte súbita a Rusia unos minutos antes de que el combinado de básket cediera por un punto ante -precisamente- los rusos.Pero las diferencias entre una selección y otra no se circunscriben sólo al resultado deportivo sino que van mucho más allá. Por ejemplo, tras el equipo dirigido por Pepu Hernández había un país entero. Raro es encontrar no sólo una persona que no viera -con mayor o menor intensidad- la final del Eurobásket de Madrid sino que las personas -aficionados o no al baloncesto- que han seguido la trayectoria de la selección en el torneo continental han sido numerosas.
En cambio, pocos eran los que conocían la noticia de que otro combinado nacional había conseguido la medalla de oro en el Campeonato de Europa en Moscú y contra la mismísima Rusia. Y ello a pesar de los árbitros, que hicieron todo lo posible porque el trofeo no saliera de la capital rusa.
Y también ha sido muy distinto el despliegue mediático de una y otra selección. Mientras la de baloncesto era portada de los periódicos y los informativos televisivos o radiofónicos y prácticamente todo el mundo conoce a Pau Gasol, José Manuel Calderón o Pepu Hernández, la hazaña de los miembros de la selección de voley se ha tenido que conformar con alguna escondida reseña en la prensa escrita o una simple mención sin más brillo en las televisiones o las emisoras de radio.
Pero hasta Rusia viajó un ilusionante grupo de deportistas españoles que, tras completar una inmaculada trayectoria por el Europeo, consiguió finalmente el primer título continental de la historia del voleibol nacional.
En ese grupo de deportistas brillaba un nombre sobre todos los demás: Rafael Pascual. Aunque las nuevas generaciones le han relegado a un papel secundario, el eterno capitán se merecía redondear su carrera con un triunfo como el del domingo, que se suma al envidiable palmarés que posee con la Copa de Italia, Copa Confederación, Recopa Europea, Supercopa italiana y Supercopa europea.
Y junto al gran Rafa Pascual no hay que olvidar un formidable grupo humano dirigido por el italiano Anastasi en el que sobresalen José Luis Moltó, nominado como mejor jugador del campeonato, Guillermo Falasca, espectacularmente acertado en ataque, Julián García Torres, autor del bloqueo que le dio el título a España, y el sevillano Israel Rodríguez, otro de los pilares del ataque español.
Ahora a pensar en Pekín 2008 y a intentar repetir.

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